En este paraje desconocido,
hasta escurridizas pisadas
retumban en un eco sordo,
e incluso la lluvia divaga
cuando se derrama en la tierra.
Entre sus rocas desdentadas
se hallan fisuras y grietas
y más de una atrapa
interminables cavernas,
donde el silencio es pura escarcha,
y la oscuridad es la tela
que cubre las estancias.
Donde las horas no se amueblan
al consumir de la esperanza,
donde el tiempo se revela,
al tiempo que se enmascara;
donde nunca salen las cuentas,
mi pensamiento hecho migajas.
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