lunes, 31 de marzo de 2014

"Tregua" 212 de 365: embrujo de extinta juventud (parte 1 y 2)

Por las grietas de esta vetusta habitación
ya no se escabulle ni un hálito de luz.
Tiempo atrás, los cuadros perdieron su color,
y yacen inermes, en su embrujo de extinta juventud.

Las maderas murmuran olvido cuando alguien
camina sobre ellas, mostrándose inquietas
por ser perturbadas, y en su podrida piel
se clavan las patas de una vieja mesa

postrada ante la soledad de la estancia,
en donde descansa algún enmohecido papel
en quien alguien quizá acuñó dignas palabras,
aunque nadie, al fin, las hubiera de ver.

Tras las ventanas se pueden observar migajas
de realidad, pese a que el más que ajado cristal
que las precede, y que hasta al cielo empaña,
insiste en negarlas, con férrea voluntad.

Más de una vez esta estampa de penumbra
ha sumergido a su inquilino en la hiel
de la locura, donde la razón no alumbra
los senderos que, sólo, has de recorrer.

Aún se distingue un candelabro humeante
que no delata a las sombras que te acechan,
y más vale que ante ellas no te alarmes
o indicarás ser su víctima perfecta.

"Tregua" 211 de 365: embrujo de extinta juventud (parte 1)

Por las grietas de esta vetusta habitación
ya no se escabulle ni un hálito de luz.
Tiempo atrás, los cuadros perdieron su color,
y yacen inermes, en su embrujo de extinta juventud.

Las maderas murmuran olvido cuando alguien
camina sobre ellas, mostrándose inquietas
por ser perturbadas, y en su podrida piel
se clavan las patas de una vieja mesa

postrada ante la soledad de la estancia,
en donde descansa algún enmohecido papel,
donde alguien quizá acuñó dignas palabras,
aunque nadie, al fin, las hubiera de ver.



"Tregua" 210 de 365: los falsos cuentos de hadas

Cuán estrecho es este cerco,
qué vasta su alambrada;
¡cómo engulle al crédulo
que se acercó a esta morada,
donde no hay cartel que advierta
que aquí las luces se apagan!
Donde el tiempo se congela:
los falsos cuentos de hadas.

sábado, 29 de marzo de 2014

"Tregua" 209 de 365: alma de palabra escrita

No cesaría en el empeño de buscarte
aunque tan esperado momento nunca llegase,
pues no existo sino en las simas de tus pupilas,
sino en el viento que enmaraña el aire que respiras.

Y hasta las gotas se inmovilizan en ese aire
cuando, tras largo tiempo, te atreves a pronunciarme;
a no perderme en el ocaso de tu melancolía,
a ser fuego en mi tinta, alma de palabra escrita.

"Tregua" 208 de 365: el sitio de siempre

Prueba a dejarme en el sitio de siempre,
apartado de felices recuerdos,
para después, quizá, otra vez cogerme
y colocarme de nuevo junto a ellos.

Intenta convencerte de perderme,
pues brindas un gesto muy teatrero
cuando me niegas cual causa pendiente
de olvidar, cual colmillo que guarda aún veneno.

viernes, 28 de marzo de 2014

"Tregua" 207 de 365: cuadro inacabado

Eres gotera en mi cuarto más oscuro,
prisión de mis más sórdidas obsesiones;
fuego que devora todo cuanto busco,
motivo y fundamento del mil decepciones.

Raptas cada mañana el azul de los cielos,
enredas los confines de mis pensamientos;
como a un cuadro inacabado, te observo
aunque yazca en ti la sombra de un blanco lienzo.

jueves, 27 de marzo de 2014

"Tregua" 206 de 365: de un tirón

Como ilustrado conocedor
de los estatutos de tu piel,
hube de desprenderme de un tirón 
de ella cuando comenzó a arder.

Mi prudencia sufrió un apagón,
tus labios fueron mi espada y pared;
y entonces apagaste mi voz
e hipotecaste mi entender.

"Tregua" 205 de 365: fluyo, escribo

Masticando todo su orgullo,
así es como huye un ser herido.
Perdiendo cuanto alguna vez tuvo;
lo sabe bien quién probó el olvido*

Solo en versos te veo, a lo sumo;
y sobre ellos plasmo un asterisco,
donde a algún lector reconduzco,
donde se cruzan mis caminos.

*Sobre éste, mi pensamiento, fluyo,
y sobre ésta, mi conciencia, escribo.

miércoles, 26 de marzo de 2014

"Tregua" 204 de 365: frías mentiras

¡Cómo repercute el abismo de tus ojos
en mi descenso a la ruin rutina!
¡Ahora vendes al olvido mis trozos,
cuando nunca dije que te los cedía!

Todos queremos, a veces, sentirnos solos:
¡y cuando ello sucede a todos se nos olvida!
Cuando unos labios saben a poco;
¿Por qué abrigarnos con frías mentiras?

"Tregua" 203 de 365: más que impactantes

La próxima vez que me congele en tu pupila
prométeme que no será durante un instante;
que conservarás nuestra historia, tan afligida
como ultrajada, en el hálito de lo importante
que alimenta nuestra esencia. Aunque a la deriva,
seguimos flotando en océanos de interrogantes,
en donde no naufragamos ante una aguerrida
tormenta de miedos, que empapa de sangre
el exhaustivo transcurso de nuestras vidas,
que detecta ocultas pasiones más que impactantes...

martes, 25 de marzo de 2014

"Tregua" 202 de 365: señor de tu feudo

Vamos, todavía puedes hacer algo
que no se agote en sensiblería insulsa,
que bordee al conformista y sus vástagos
y que resuelva o despierte alguna duda.

¿Quieres proclamarte señor de tu feudo,
o abrir los ojos ante lo que te rodea?
¿Lo harás negando el infierno del honesto
o elucubrando un cielo de la incoherencia?

"Tregua" 201 de 365: cuanto hayamos trascendido

Como las historias inconclusas,
como una tormenta sin final,
no es ingenuo aquel que un día asuma
que quizás no exista una cuenta atrás,
más que un instante en que, suspendidos,
jugamos bajo un incierto compás.

A veces no somos más que dudas,
a veces siquiera existimos
más allá del recuerdo que aúna
cuanto afuera hayamos trascendido.
Mas si una huella abate a la tumba...
¡Díganme si eso no es estar vivo!

"Tregua" 200 de 365: vítreo lienzo

Cautivo de tu perenne inmovilidad,
te contemplo desde mi efímera situación;
me consumiré hasta que haya de expirar
mi tenue rastro, la última línea de mí guión.

Mientras tanto permanecerás, inmune
a los años, discurriendo ante nosotros;
alma máter que la vida siempre alude,
vítreo lienzo que cobija todo rostro.

lunes, 24 de marzo de 2014

"Tregua" 199 de 365: cristales de difusión

Perfume de sordas vanidades,
aunque embeleses a los ingenuos
no caería ante tus ademanes,
no me hipnotizaría el péndulo
ni el idilio tras tus cristales
de difusión, que devino en monstruo.
Más de uno adquirió como avance
aquello que jamás habrá de serlo,
y envió su intelecto al desguace,
pensando en un progreso... ¿Moderno?.

"Tregua" 198 de 365: a todas horas; cualquier lugar

Recelo hasta de mi sombra,
pues siempre huye en la oscuridad
y no me ayuda ante otras
que no me dejan de atormentar.

¿Por qué ante mí no te despojas
de todo atisbo de crueldad,
antes de acompañarme a todas horas,
de seguirme a cualquier lugar?

viernes, 21 de marzo de 2014

"Tregua" 197 de 365: mi espera

En ocasiones
temo que haya algo ahí fuera,
que me salude, airoso,
tras una larga condena
de olvido poco victorioso.

En ocasiones,
vierto todo mi tiempo
en creerme que esta espera
cesará en algún momento,
sin que nadie la detenga.

En ocasiones,
divago cual ente incierto,
en esta encrucijada, tan densa,
que se espesa en mis adentros:
y no es que no me atreva.

miércoles, 19 de marzo de 2014

"Tregua" 196 de 365: cristales mojados

Los cristales mojados
y los cielos que sangran
son testigo aciago
de mi desesperanza,
premio de los estragos,
de oasis sin calma...
Y como un hombre inhumano,
no encuentro palabras
en las que huir un rato.
No hay adivinanza
en este hostil relato,
no haré más mudanzas
en este cuarto de invitados:
estoy a prueba de balas,
de burdos halagos
y de promesas falsas.

"Tregua" 195 de 365: un total envolvimiento

Tal y como el río atrapa al mar,
el pensamiento nos envuelve
cual filtro que ha de administrar
desde escepticismo o desdén
hasta el delirio más letal.

Cuánto te hemos de disimular,
bestia ingrávida de sinrazón,
cuando ahí fuera hemos de vagar
con un capitán cuyo timón
fue requisado en plena tempestad.

martes, 18 de marzo de 2014

"Tregua" 194 de 365: sombra reptante

Late nostalgia en lo profundo de tu mirada,
repta la sombra de tu conciencia intranquila.
Respiramos pasado que encadena a la palabra,
cerramos puertas y ahora hay que abrirlas.

El ayer abrasa con su arrogancia
y abre de nuevo más de una herida.
Tu pupila apagada no acepta más plegarias
que esta humilde canción, que estas palabras debidas.

lunes, 17 de marzo de 2014

"Tregua" 193 de 365: una espera adormecida

Me incrustaré estas líneas entre piel y hueso,
como una firma de tinta recorriendo mis venas,
para no volver a cometer el exceso
de creer que esta vez, de entre todas, era la buena.

Dado que ya solo de tu indulto yo dependo,
cuestiono si todo ello mereció la pena,
pues siendo o no culpable de tu afecto,
me hallo bajo la prisión preventiva de tu ausencia.

Perderé al lejano horizonte, como en un sueño
sin despertar, apagándose en una espera
adormecida por los años, sin entendimiento
de aquel sobre el que se cierne el tiempo y sus cadenas.

Mas habiendo de partir, no dudes un momento
que aunque tu estigma extienda sus amenazas férreas,
mi determinación, el más solido cimiento,
no se quebrantará, no aplaudirá tus bajezas.

"Tregua" 192 de 365: falso objetivo

Cuanto guardas, amigo,
no alcanza al frío umbral
del hombre y sus entresijos,
de persona y disfraz.
No es menester baldío,
a veces, ser suspicaz
con el falso objetivo
de ésta aún más falsa humildad.

domingo, 16 de marzo de 2014

"Tregua" 191 de 165: mi propia espada (parte 1 y 2)

Como el caos necesita al orden,
así te necesito yo;
cuando olvido hasta mi propio nombre
me inundas cual pura reflexión.

Casi he aprendido a buscarme en ti,
pese al doble filo que entrañas,
pues cual vástago de cuanto fui,
mi enemigo es mi propia espada.

Eres estrella en la oscura noche,
lejana sueles permanecer,
tentándome periódicamente;
como un néctar que agrava tu sed.

Aunque mis cielos siempre aflojes,
y remuevas mi más honda fe,
cuando lo haces, y solo entonces,
en ti vuelvo a creer, otra vez.

"Tregua" 190 de 365: mi propia espada (parte 1)

Como el caos necesita al orden,
así te necesito yo.
Cuando olvido hasta mi propio nombre
me inundas cual pura reflexión.

Casi he aprendido a buscarme en ti,
pese al doble filo que entrañas,
pues cual vástago de cuanto fui,
mi enemigo es mi propia espada.

viernes, 14 de marzo de 2014

"Tregua" 189 de 365: ave lejana

¡Vuela, ave lejana,
a donde no te vean,
a donde no se empañen
tus alas, tan viajeras!

¡Huye del craso engaño,
de nuestro mundo irreal,
aunque quede a desmano,
de momento, aterrizar!

¡Bajo este toldo aciago,
qué nos queda por pensar
más que vivir en vano
o morir por libertad!

miércoles, 12 de marzo de 2014

"Tregua" 188 de 365: uno mismo (parte 1 y 2)

Es difícil guardar entre tus puños ceniza,
es un arduo trabajo esculpir tu camino;
es algo incierto tener a musas por amigas
es imprevisible amar al frío destino.

Es sabido que el tiempo ya poco se regala,
que hasta el más tórrido beso puede no ser real;
tras pisadas de ingratos no se han vertido babas,
pues el que poco tuvo, no aprendió a despilfarrar.

Es inquietante hablar sobre lo que nadie opina,
es preferible arriesgar que olvidarse a uno mismo;
es desdeñable luchar por causas ya perdidas,
no solo respirando demostrarás que estás vivo.

Incluso la más tersa piel es paisaje endiablado
cuando ya no es tuya, cuando a ti no ha de regresar.
A veces, no somos más que un burdo habitáculo
encerrado en seso, carne y hueso. Nada más.

"Tregua" 187 de 365: uno mismo (parte 1)

Es difícil guardar entre tus puños ceniza,
es un arduo trabajo esculpir tu camino;
es algo incierto tener a musas por amigas
es imprevisible amar al frío destino.

Es sabido que el tiempo ya poco se regala,
que hasta el más tórrido beso puede no ser real;
tras pisadas de ingratos no se han vertido babas,
pues el que poco tuvo, no aprendió a despilfarrar.

martes, 11 de marzo de 2014

"Tregua" 186 de 365: fervorosa chispa

Como atrapado en una leve duermevela,
se dedicaba a merodear sus historias;
parecía que el reloj concediese una tregua
cuando su ávido ingenio cernía su horma.

Surgía muy a menudo, y de nuevo lo hará,
la fervorosa chispa que siempre ha de encender
la llama que en él habita, la que ha de brillar
y siempre vivirá, aunque quede en el ayer.

lunes, 10 de marzo de 2014

"Tregua" 185 de 365: un latido nocturno

Retumba un latido nocturno en su jaula,
se pierde el aleteo de un ave sombría;
hasta los relieves oscuros avanzan
rodeando a su presa cual hambrienta jauría.

Bajo estos barrotes se ve atenazada
la razón, maniatada ante su enemiga,
la delirante desazón que atrapa
al que ante sí, nada ve, mas se ensimisma.

"Tregua" 184 de 365: el más insigne galardón

Deja que fluyan tus ideas
sobre la más cruda decepción,
deja que vayan, todas ellas,
al estante donde las guarde yo,
a salvo de que las contengas
como el más insigne galardón,
a tiempo de que las viertas
a manos de un frío desamor.

domingo, 9 de marzo de 2014

"Tregua" 183 de 365: la hoja caída

Cercenada en su orgullo,
la hoja caída huía
del árbol que mantuvo
su presencia erguida.
Errática, acabó
tendida ante los pies
de a quien tuvo por captor
y nunca lo hubo de ser.

miércoles, 5 de marzo de 2014

"Tregua" 182 de 365: un recado del pasado

Como un residuo de tus párpados
viajo a manos de nuestro tiempo,
sin vislumbrar nuestro mal llamado
"final", que asumió su papel, sin serlo.
Mi memoria me dejó el recado 
del pasado, de ti no exento,
y no importa si es dulce o amargo 
el sabor de tu infausto recuerdo,
si éste me lo he de beber de un trago
y sigue siendo letal veneno.

"Tregua" 181 de 365: cuento escurridizo

Se oye resquebrajarse al vidrio
que recubre al embustero,
pero éste aún no siente el peligro.

Se escuchan promesas que convino
cumplir, mas ello es ahora un cuento
lleno de recelos huidizos.

Heridos, enemigo y amigo,
cuando éste quebró el enredo,
y aquél se perdió a sí mismo.

martes, 4 de marzo de 2014

"Tregua" 180 de 365: mira hacia delante

Mira hacia delante,
como si este día fuera, en verdad,
el último en que hubieras de despertar.

Derrota al dolor
que recubre tus limitaciones,
que alimenta a todos tus temores.

Mira hacia adelante,
como si estas palabras fueran tú,
y ellas fueran fuente de virtud.

Hazlo
cada vez que se oscurezca tu norte,
siempre que se ennegrezca tu nombre.

"Tregua" 179 de 365: ciudad moribunda (parte 1 y 2)

Ahora
la niebla envuelve puntiagudos edificios, sombríos,
y quizás mas tarde ni ellos mismos se distingan.
Puede que,
hasta las aceras guarden, oculto, su filo
cortante; y en los barrios la fe ya no anida.

Mientras,
personas que parecen manejadas por un hilo,
como muñecos vacíos, mecen en rutina.
Luego,
puede que incluso el horizonte se apague, dolido,
queriendo borrar tras de sí toda esa pesadilla.

Ahora
en esta ciudad moribunda se es cautivo
de un corrosivo trance, de una vil melodía.
Puede que
siquiera el viento haga fluir al agua del río,
siquiera una hoja en blanco beba tinta.

Mientras,
el longevo árbol en puras cenizas devino,
y las copas con que brindamos se hallan vacías.
Luego
se olvidará lo que alguien, algún día, dijo,
sin nadie recordar cuánto fue lo que perdían.

"Tregua" 178 de 365: ciudad moribunda (parte 1)

Ahora
la niebla envuelve puntiagudos edificios, sombríos,
y quizás mas tarde ni ellos mismos se distingan.
Puede que,
hasta las aceras guarden, oculto, su filo
cortante; y en los barrios la fe ya no anida.

Mientras,
personas que parecen manejadas por un hilo,
como muñecos vacíos, mecen en rutina.
Luego
puede que incluso el horizonte se apague, dolido,
queriendo borrar tras de sí toda esa pesadilla.