lunes, 30 de diciembre de 2013

"Tregua" 122 de 365: una historia neutra

Igual que una explosión de quietud en el  vacío,
que una mirada perdida hacia ninguna parte,
temo a que el pensamiento sea, quizás, ficticio,
y espada y pared insisten, ambas, en negarte.

Hasta el más terrible villano es otra pieza más
en este infausto tablero, en esta historia neutra;
todo está escrito sobre el bien, y nada sobre el mal,
¿Aciaga casualidad, o alguien sobre ésto discrepa?

No puedo escapar de estas líneas que ahora escribo:
en esta incontenible muchedumbre yo me hallo
y aunque con tinta y mesura la he combatido,
¡en cuán vertiginosa tempestad yo naufrago!

"Tregua" 121 de 365: triste estampa

Triste estampa se cierne ante mí;
como una lágrima por verter,
el silencio me ha de consumir
en el momento en que pierda la fe.

Antes de ello, solo he de decir:
poco vale ganar o perder
si  tu único color es el gris,
si el miedo te atrapa otra vez.

¡En el ojo del huracán, sí,
cárcel en que he de permanecer;
habré de recordar qué viví,
aunque no pueda calmar mi sed!

"Tregua" 120 de 365: una fuga de decepción

¿Has oído ese tic tac sinuoso
que subyace tras cada palabra,
oculto en silencios deseosos
de revelar sus fobias extrañas?

¿Has sentido ese fogoso rubor
que se aferra a la pasión que escapa?
Como una fuga de decepción
en roturas que no cosió el alma...

sábado, 28 de diciembre de 2013

"Tregua" 119 de 365: angustiosa cita

La silla está vacía; ¿soy tu única visita?
Si es así, no estaba tan equivocado
en que lo que el tiempo ofrece, los años requisan,
y hasta el más dulce néctar, al final, torna amargo.

jueves, 26 de diciembre de 2013

"Tregua" 118 de 365: te pensaré

Te pensaré en mi taciturna soledad
como el ave enjaulada, al perenne viento;
como el tiempo al reloj, cuando ha de empuñar
sus manijas, pues no constan de asideros.

Te pensaré en cada destello fugaz
que rememore años cual instante escueto,
en el que la luz se irá, y no volverá;
te pensaré en cada recuerdo sincero.

Te pensaré en cada esquina, cuando al mirar
no encuentre al otro lado lo que pretendo;
cuando camine, y ni siquiera detrás
haya brochazos de huellas en el suelo.

Te pensaré como a verbo impersonal:
cuando te escribo, solo en papel te encuentro.
Como la endeble llama que se ha de apagar,
acabo este verso y de nuevo te pienso.

"Tregua" 117 de 365: álgido aullido (parte 1 y 2)

La lluvia se estrella contra la tierra,
arrastrándola mientras se funde en ella,
bordeando la solitaria piedra
que ante el gélido olvido se subleva.

Las ajetreadas gentes pasean
ante las lápidas, notando apenas
su raído crujir en duermevela,
su álgido aullido cada luna llena.

Surge en hondo abismo una grieta
que incluso al más valeroso amedrenta,
pues no hay criatura alguna, ni bestia
que ante ella, salir victoriosa pueda.

¿Qué es esta figura ante mí enhiesta?
¿Soy la presa que estas fauces anhelan?
¿Hombre o lobo, cuál es la diferencia,
si la muerte a este espíritu gobierna?

"Tregua" 116 de 365: se escabulle el tiempo

¿Desde cuándo acostumbras a escribir
todo lo que un día olvidaste hacer,
para luego esperar a que, al fin,
de nuevo posible ello vuelva a ser?

¿Cuántas noches llevas ya sin dormir?
¿Cuántos días has visto perecer?
¿Me permitirás mañana partir
antes de que se agote el ayer?

"Tregua" 115 de 365: álgido aullido (parte 1)

La lluvia se estrella contra la tierra,
arrastrándola mientras se funde en ella,
bordeando la solitaria piedra
que ante el gélido olvido se subleva.

Las ajetreadas gentes pasean
ante las lápidas, notando apenas
su raído crujir en duermevela,
su álgido aullido cada luna llena.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

"Tregua" 114 de 365: burlescos charlatanes

Burlescos charlatanes enredan
con su verborrea baldía
a sus súbditos, que aunque aceptan
milongas en palabras vacías,
dudan de sus promesas inciertas.
¿Han visto a la calle y sus heridas?
No es mal motivo de polémica,
es causa obvia de rebeldía.
Tanto cinismo algo en mi despierta:
inconformismo, llama que aviva
esperanzas, que estando ayer muertas,
laten en la mente resurgida.

domingo, 22 de diciembre de 2013

"Tregua" 113 de 365: todos los finales

Despisto a mi captor un segundo,
para poder rehacerme un instante,
para deshacerme en un submundo
de bestias ocultas tras disfraces.

Espero tu presencia, es justo:
el día en que entre todos los finales,
se escoja el que nos amarre al yugo,
será consentido, ¡qué dislate!

sábado, 21 de diciembre de 2013

"Tregua" 112 de 365: acepto esto, pero con "peros"

Rememoro un recuerdo
del que ya no me acuerdo.
Rememorando, pienso,
en qué lugar me pierdo
cuando nunca me encuentro
ante cualquier espejo,
en el que no hay reflejo
que me inspire dos versos,
siquiera escribiéndolos,
siquiera leyéndolos.
Incluso en un exceso,
haciendo contrapeso
de todo lo que siento,
viendo como ennegrezco
cuanto ante mí contemplo,
comprende que reservo
cada instante y momento
para aquel que, riendo,
vea en lo que devengo
cuando mi historia leo
al reo del desprecio,
del "no soy, pero tengo".
Rememorando, lejos
de cosechar apego,
de conseguir un beso
que no sea un "nos vemos
pronto, en el infierno".
Pero "infierno" y cielo"
riman los dos, y entre ellos,
yo con ambos me quedo,
aunque, siendo sincero,
siempre con el primero
me mandan a paseo.
¿Será entonces, por eso,
que para mí esta hecho?
Recordando, me acuerdo:
¿respuesta ya no detento?
Quizá... Entonces... Luego...
Ya palabras no encuentro
para explicar que creo
que no hay mayor desprecio
que no aceptar el precio
de todos los "te quieros"
de oro siempre cubiertos,
ocultando su negro:
"solo en este momento".
¡Qué triste, y qué cierto!
Así, yo os lo expreso:
me he extendido, confieso...
Unos cincuenta versos.

"Tregua" 111 de 365: vigía mudo

Soberbio firmamento,
a quien siempre pregunto
cómo acabará el cuento,
si en coma, o en punto;
¿acaso no entiendo
que eres vigía mudo
de lo que escucho y veo?
Cuanto pienso y descubro
solo es un resquicio etéreo
de un viaje "intra muros",
cubiertos por tu velo,
sea añil o purpúreo.

"Tregua" 110 de 365: mil puñales

Erosiona, en la distancia,
los miedos que habitan desvanes;
son, del intelecto, escarcha,
siempre de angustia rebosantes.

Se resquebrajan la esperanza
en esta cuenta atrás infame.
Se corrompe toda palabra
cuando se usa cual mil puñales.

viernes, 20 de diciembre de 2013

"Tregua" 109 de 365: truculenta despedida

Salta a la vista el frío silencio
que envuelve las añejas paredes
del pensamiento, hecho cemento.

Desgasta el traqueteo del tiempo,
constante en sus confusos vaivenes;
impulsivo, al no estar nunca quieto. 

Desviste a la memoria el encierro
cuando el miedo captura rehenes,
y el dolor es un cruel carcelero.

Muere la esperanza ante el invierno;
soledad que a nadie dejó indemne.
La locura dio su último beso.

"Tregua" 108 de 365: discreto asaltante

Pasas, sigiloso, a mi lado,
sin levantar polvo tus pisadas,
como un denso y extraño letargo
del que nadie jamás despertara.

A mostrarte eres siempre reacio,
pues no es posible contemplar tu faz
sin caer en tu eterno barranco,
donde empieza el principio del final.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

"Tregua" 107 de 365: éramos dos, y aquél

"¿Por qué aquel sujeto hubo de establecer
realizar tal encargo, en su legado?
Al fin y al cabo, no era más que un papel,
y él, un sujeto esquivo y extraño".

"Y es que a nadie pudo pedir perdón
antes de sucumbir ante la muerte.
Envuelto en ígnea devastación;
del asesino, esta es la suerte,

Pues aunque nunca le vi arrebatar
vida alguna, ni lo pude esclarecer,
sé que raptará la vida en la ciudad:
quedábamos dos, y uno era él".

"Antes de que cada muerte ocurriera,
incluso antes de rebanar cada alma,
podía leer, a la luz de una vela
las cartas que este hombre me enviaba".

"Me advirtió de que era el mensajero
de un demonio, que porta la perdición.
Mas yo me adelante a aquel ser, y entiendo
que el que ahora caiga a sus pies sea yo".

martes, 17 de diciembre de 2013

"Tregua" 106 de 365: piezas paralizadas

El tablero sigue inmóvil;
las piezas, paralizadas.
Puede que, quizás mañana,
regrese el ayer junto al hoy.

Cuán extraña es la ausencia
de luz en todo amanecer,
de castigo en la merced,
de tempestad en tormenta.

lunes, 16 de diciembre de 2013

"Tregua" 105 de 365: el mausoleo de la cruz torcida (parte 1 y 2)

 El carruaje ya no se detiene,
pues el polvo ya envuelve a sus caballos,
que galopan mientras la ciudad duerme
en un idilio complaciente y extraño.

En su armazón de caoba acarrea
los restos de un vástago del abismo,
pues no hay cochero guiando a sus bestias;
no hay mortal que se cruce en su camino.

Lo lleva hacia la tumba proscrita
allá donde nadie ha vuelto a pisar;
el mausoleo de la cruz torcida,
donde toda maldición se ha de engendrar.

Al llegar, se abre, veloz, el postigo:
 una figura se apea, y avanza,
acogido en la niebla, cual abrigo
que envuelve a quien de la ciudad escapa.

La silueta avanza hacia la construcción
portando en sus manos un recipiente.
Una vez que ha llegado al interior
vacía allí lo que este contiene:

cenizas, que por el suelo se esparcen,
como pintura sobre lienzo blanco,
como fuego devorando mil árboles,
como un paisaje de grises tiznado.

El cemento vibra, pared con pared,
al tener ante sí de nuevo a su amo;
y un fragor en la cripta hace remover
los secretos, allí un día enterrados.


domingo, 15 de diciembre de 2013

"Tregua" 104 de 365: el mausoleo de la cruz torcida (parte 1)

El carruaje ya no se detiene,
pues el polvo ya envuelve a sus caballos,
que galopan mientras la ciudad duerme
en un idilio complaciente y extraño.

En su armazón de caoba acarrea
los restos de un vástago del abismo,
pues no hay cochero guiando a sus bestias;
no hay mortal que se cruce en su camino.

Lo lleva hacia la tumba proscrita
allá donde nadie ha vuelto a pisar;
el mausoleo de la cruz torcida,
donde toda maldición se ha de engendrar.

sábado, 14 de diciembre de 2013

"Tregua" 103 de 365: somos y seguimos siendo

Si alguien se detuviera a pensar,
quizás entendería el cuento
desde el principio hasta el final;
quizás, bajo su entendimiento
volvería de nuevo a pensar.
En ello está el divertimento,
pues de nada más se ha de ocupar:
tan solo entender, entendiendo;
solo entender, ni más ni menos.
Quizás, aunque ni yo lo entiendo.

viernes, 13 de diciembre de 2013

"Tregua" 102 de 365: prendas al viento

Las hojas secas se reúnen,
deslizándose en el cemento.
Entre murmullos, siempre crujen
cuando se ciernen sobre el suelo.

En tanto que un árbol entrega
todas sus prendas al viento,
de nuevo sus ramas se secan.
Pero si se parase el tiempo,

el mundo se marchitaría,
ya  que, aunque nos vaya engullendo,
mantiene la llama encendida,
pues somos y seguimos siendo.

jueves, 12 de diciembre de 2013

"Tregua" 101 de 365: la vida y su descaro

La vida pasa con descaro,
teñida de enigmas vibrantes,
pues en ella nada está claro
ni siquiera por un instante.

¿La perfección, en mundo humano?
Ello es un riesgo insoportable
para aquel que cree en lo extraño,
ya que en lo común, nada late.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

"Tregua" 100 de 365: elegía a Adalia

¡Hola a todos! en esta tregua he subido un poema titulado "elegía a Adalia" que es un poco más extenso en relación a los otros que he venido realizando, con motivo de esta publicación con una significación "especial" debido a que ya he reunido cien a lo largo de este proyecto. Estos días he dispuesto de poco tiempo para escribir, y todavía tengo pendientes tres treguas, que subiré en cuanto reúna algún rato más para continuar con tales labores. ¡Nos vemos! 


Me acorrala cada segundo que estuve aquí,
pues el calor que un día embriagó, ahora abrasa;
todo lo que en años gané en un instante perdí
y el viento ha borrado cada una de mis pisadas.

Te preguntaras, tras estas palabras, qué viví.
Ojalá antes de morir respuesta encontrara
y satisficiera tus dudas con todo matiz;
pero en realidad ello no es una empresa acertada.

Quisiera regresar al día en que te conocí;
el elixir de tu presencia no fue una etapa,
¿o toda noche en que el sueño me consigue eludir
es un capricho de mi cuerpo, sin importancia?

Mas ante todo os he de recordar: no sé mentir.
Mi palabra es irremediablemente esclava
de todo lo que un día hubo y no pudo ocurrir,
de aquella noche que nunca abrazó a la mañana.

Ahora, al fin, te has ido, y yo... ¿Qué puedo decir?
Si nuestro amor es una estrella que no se apaga, 
estás junto a ella y no te puedo ver sonreír.
¿Acaso tú puedes leer el final de esta carta?

Pues lo estoy escribiendo en estos versos, es así,
míseros para obsequiar a aquella que fue mi amada,
y por siempre lo será, aunque hubiera de partir.
Donde estés, recibe mi hasta pronto, fiel Adalia.

martes, 10 de diciembre de 2013

"Tregua" 99 de 365: el fantasma huesudo

El viento sopla entre los juncos
y el agua siquiera se inmuta;
camina un fantasma huesudo
amparado en la niebla turbia

por su ejército, ¡cuán astuto!,
que ríe en carcajada muda
y ataca en tan solo un segundo,
engullendo a todo en su bruma.

Pese a todo hoy les aseguro
que será mejor que no huyan,
pues muy dentro de cada uno
se haya ese fantasma, ¡oigan!

"Tregua" 98 de 365: palabra y bramor (parte 1 y 2)

Tus armas se pliegan:
ya no existe el miedo.
El tiempo despierta
con todo recuerdo.
Se extingue la escarcha
que nace en tu aliento;
tus ojos delatan
lo que guardan dentro.
Perece el temor
al crudo invierno;
solo queda el clamor
de los viejos tiempos.
Esquivo la razón,
y aún no lo entiendo,
cuando escucho tu voz
rompiendo el silencio.
Entrelazas, veloz,
todo lo que quiero:
palabra y bramor,
unidos cual juego.

lunes, 9 de diciembre de 2013

"Tregua" 97 de 365: mar de dudas

Sobre este mar de dudas
flotan muchas botellas;
mensajes que perduran,
hallándose a la espera
de que alguien los descubra,
de que no se sumerjan
en la nada profunda,
la que nada alberga.

"Tregua" 96 de 365: palabra y bramor (parte 1)

Tus armas se pliegan:
ya no existe el miedo.
El tiempo despierta
con todo recuerdo.
Se extingue la escarcha
que nace en tu aliento;
tus ojos delatan
lo que guardan dentro.

"Tregua 95 de 365: divinidad erigida (parte 1 y 2)

El desierto se funde en negrura;
se une a la noche que le cobija
buscando una estrella en la espesura
que de una nube huir consiga.

El vendaval borra las pisadas
que en el día, dibujaron la arena,
pues su infinita bravura engaña
ya que de nadie conservó huella.

Mas aquellos que desafiaron
al implacable dios que allí habita,
abrumándolo de ira, cayeron;
pero a nadie despojó de vida.

Su sino sería ser la roca;
ser su divinidad erigida.
Roca que se alza hacia el cielo;
necrópolis de roca pulida.

"Tregua" 94 de 365: pasos mudos (parte 1 y 2)

El puerto se halla en calma
mas se oyen pasos mudos.
Las olas hoy se extrañan,
como el aire entre el humo
que del fuego escapa;
como el diálogo oscuro
que con su propia hacha
mantiene el verdugo.

¿Qué es mejor que esta nada?
¿Lo es el fragor desnudo?
Me robó mis palabras
el sosiego sesudo.
Las pisadas estallan,
pero ya son susurros.
Ahora, de nuevo escapan
de este puerto, del mundo.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

"Tregua" 93 de 365: divinidad erigida (parte 1)

El desierto se funde en negrura;
se une a la noche que le cobija
buscando una estrella en la espesura
que de una nube huir consiga.

El vendaval borra las pisadas
que en el día, dibujaron la arena,
pues su infinita bravura engaña
ya que de nadie conservó huella.

"Tregua" 92 de 365: pasos mudos (parte 1)

El puerto se halla en calma
mas se oyen pasos mudos.
Las olas hoy se extrañan,
como el aire entre el humo
que del fuego escapa;
como el diálogo oscuro
que con su propia hacha
mantiene el verdugo.

martes, 3 de diciembre de 2013

"Tregua" 91 de 365: los vástagos infames

Retumba el silencio en el valle
como un susurro desgarrado,
mientras duermen sus habitantes
ajenos al rumor aciago
que se perdía en sus parajes.
Su llamada no escucharon
cuando terminaron su viaje;
ahora esperan a los vástagos
de sus imprudencias infames.
Su sordera fue rebanando
la fe guardada en sus carruajes;
quietud que la razón contrajo.

lunes, 2 de diciembre de 2013

"Tregua" 90 de 365: esta trampa

No sopla el viento
y todo es calma.
Aguanto y miento;
creo esta trampa.
Duermo despierto;
sueño palabras
que son un cuento
pero ahora escapan.

"Tregua" 89 de 365: la esperanza crepitante

Una chispa aviva
el fuego agonizante,
para que se desate
una llama extinguida.
Ya no sobra el tiempo
para el que lo ha tenido,
pues aquel que no durmió
sabe soñar despierto.

"Tregua" 88 de 365: negro opaco

¡Hola a todos! Lamento mi ausencia, esta semana he estado muy liado y no he tenido tiempo de actualizar esto, en cuanto me sea posible subiré las entradas pendientes con cosas que he ido escribiendo (y escribiré) estos días. ¡Nos vemos!

Los siervos se agachan
mientras sus amos ríen
la esperanza aguanta
mas ahora destiñe
en un negro opaco.
En este desfile,
que a muchos distrajo;
algunos desisten
y caen en el charco.
Ya no hay alpiste,
no es necesario;
solo quedan buitres
sobre el escenario,
¿por qué hoy  insistes
en creer en algo?
siempre te lo dije:
de ti a mí hay un paso.