Salta a la vista el frío silencio
que envuelve las añejas paredes
del pensamiento, hecho cemento.
Desgasta el traqueteo del tiempo,
constante en sus confusos vaivenes;
impulsivo, al no estar nunca quieto.
Desviste a la memoria el encierro
cuando el miedo captura rehenes,
y el dolor es un cruel carcelero.
Muere la esperanza ante el invierno;
soledad que a nadie dejó indemne.
La locura dio su último beso.
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