Igual que una explosión de quietud en el vacío,
que una mirada perdida hacia ninguna parte,
temo a que el pensamiento sea, quizás, ficticio,
y espada y pared insisten, ambas, en negarte.
Hasta el más terrible villano es otra pieza más
en este infausto tablero, en esta historia neutra;
todo está escrito sobre el bien, y nada sobre el mal,
¿Aciaga casualidad, o alguien sobre ésto discrepa?
No puedo escapar de estas líneas que ahora escribo:
en esta incontenible muchedumbre yo me hallo
y aunque con tinta y mesura la he combatido,
¡en cuán vertiginosa tempestad yo naufrago!
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