Se fractura la tierra, violentamente,
cuando un seísmo la sacude en sus cimientos,
y es entonces cuando el fuego de ella emerge
con ira que fue ocultada bajo el suelo;
aquella que muchos trataron de eludir
aunque a todos ellos les llegó el momento
de redimir su culpa, pues creo que al fin
se acabó el terror del hombre, y su tiempo.
Los pelos de punta.
ResponderEliminarHe dicho.
Has crecido como poeta cosa fina.
Menuda pasada
Muchas gracias, me alegro mucho de que te guste. Espero, pues, seguir en este camino.
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