Poco hay que decir
cuando estás solo
y piensas que así
han de estar todos.
Poco sé escuchar
cuando me escondo
en arduos "tic tac";
son los esbozos
que hacen tiritar
mi frágil verdad,
que llevo a hombros,
que he de cargar
ante tu asombro.
Vasos sin fondo
que han de recodar
quién es escombro
del "¿qué ocurrirá?";
dónde hay trasfondo
y dónde no lo hay.
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