domingo, 16 de marzo de 2014

"Tregua" 191 de 165: mi propia espada (parte 1 y 2)

Como el caos necesita al orden,
así te necesito yo;
cuando olvido hasta mi propio nombre
me inundas cual pura reflexión.

Casi he aprendido a buscarme en ti,
pese al doble filo que entrañas,
pues cual vástago de cuanto fui,
mi enemigo es mi propia espada.

Eres estrella en la oscura noche,
lejana sueles permanecer,
tentándome periódicamente;
como un néctar que agrava tu sed.

Aunque mis cielos siempre aflojes,
y remuevas mi más honda fe,
cuando lo haces, y solo entonces,
en ti vuelvo a creer, otra vez.

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