lunes, 7 de octubre de 2013

"Tregua" 37 de 365: Remotas montañas

Remotas montañas, todo el tiempo observáis,
pues vuestra roca indeleble no conoce
el fugaz devenir de nuestras pasiones.
Vuestras altas cimas ignoran las guerras
en las que nos fundimos en el polvo
y la sangre ensució nuestras vestimentas.

Permitidme pasear entre vuestros senderos
antes de descender de nuevo a mi tierra,
desde la cual en la lejanía os veo,
impasibles; y ello en mi interior despierta
este efímero ruego a vuestra memoria
que guardáis en toda roca que os moldea.

Remotas montañas, dejad que me acerque
y pueda ver más allá de este espejismo
de calma, del que ahora soy un fugitivo.
Dejad que mi vana insistencia se pierda
en los ecos de vuestras vastas laderas
como una sombra en un denso mar de niebla.

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