¿Ocultará el tupido velo
de lo pasajero y lo vano
el resurgir de tus deseos,
la rebeldía hacia lo mundano
o la apatía, en un exceso,
plegando al fin tus párpados?
¿Te perdonarán por tu apego
al desorden, a lo humano,
a lo sutil y sus reversos;
a lo insólito, lo extraño,
a la tentación hacia lo incierto,
y a dudar de virtud y pecado?
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